La credibilidad de las revistas Open Access
- On febrero 16, 2015
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El aumento vertiginoso de las revistas Open Access tiene un lado oscuro y es la aparición de editores que promocionan dudosas revistas especializadas en muchos temas, con un alto factor de impacto y una publicación rápida, siempre y cuando se paguen los altos costos del proceso editorial. Normalmente, el medio que eligen para promocionarse estas revistas es el correo electrónico. Diariamente, nuestras cuentas de correo electrónico son invadidas por mensajes de Call for Papers con información sobre el alcance de la revista, fechas límite de recepción de artículos, sitios web, etc.
En su blog Escholarly Open Acces, Jeffrey Beall, un bibliotecólogo de la Universidad de Colorado, publica listados de revistas de acceso abierto y editoriales cuestionables por sus malas prácticas de publicación académica. Los criterios para incluir a los editores en esta lista indeseable son el resultado de la aplicación de dos documentos publicados por el Comité de Ética en Publicación (COPE), el Code of Conduct for Journal Publishers y los Principles of Transparency and Best Practice in Scholarly Publishing.
A continuación expondremos algunos de los criterios para definir una revista o editor como depredadores:
- El dueño de la editorial se identifica como el editor de todos y cada uno revista publicada por la organización.
- La revista no identifica un consejo de editorial o de redacción
- No se proporciona información académica o afiliación institucional del editor o miembros del comité editorial.
- Dos o más revistas tienen los mismos miembros de los comité editoriales.
- Bajo número de miembros en el comité editorial (dos o tres miembros solamente), incluyen sin su consentimiento a expertos o les eximen de cualquier contribución a la revista a cambio del uso de sus nombres o fotografías.
- Poco o nada diversidad geográfica entre el comité editorial o incluyen miembros que no han publicado nunca.
- Demuestra una falta de transparencia en las operaciones de publicación.
- No tiene políticas o prácticas para la preservación digital, lo que significa que si el Diario cesa operaciones, todo el contenido desaparezca de la Internet.
- Proporciona información insuficiente u oculta información sobre el autor honorarios, ofreciendo a publicar el artículo de un autor y después enviando un imprevista “sorpresa” de la factura.
- No permite que los motores de búsqueda para rastrear el contenido publicado, impidiendo el contenido sea incluido en índices académicos.
- El nombre de una revista es incongruente con la misión de la revista.
- Se muestra información de contacto insuficiente, sin incluir información clara sobre la ubicación de la sede o se tergiversa la ubicación de la sede.
- Las revistas combinan dos o más campos que normalmente son tratados de manera conjunta (por ejemplo, International Journal of Business, Humanidades y Tecnología).
- La información en los sitios web no es clara, incluyen enlaces que no funcionan o correos electrónicos de gmail, yahoo o cualquier proveedor distinto del institucional. Además se identifican faltas de ortografía y graves errores gramaticales.
- El editor se involucra en el uso excesivo de spam de correo electrónico para solicitar manuscritos o membresías para conformar el comité editorial.
- No exponen información sobre políticas de acceso abierto, retractaciones, correcciones o aclaraciones, ni se muestra información de ISSN o DOI (Digital Object Identifier).
- Hay excesiva publicidad en el sitio de tal manera que se interfiere con la navegación del sitio y acceder a contenido publicado.
- El editor muestra declaraciones prominentes que prometen una inusual rapidez en la publicación y en la revisión de pares, lo cual hace dudar de que el proceso de evaluación de los manuscritos realmente se lleve a cabo.
- El editor tiene un servicio opcional basado en honorarios de “vía rápida” para una acelerada revisión por pares.
- Hay poco o nada de diversidad geográfica entre los autores de los artículos en una o más de las revistas de la editorial, una indicación de que la revista se ha convertido en una salida fácil para los autores de un país o región para obtener publicaciones académicas.
Para ver la lista completa de los criterios, por favor haga clic aquí>>
Beall ha registrado unas 562 revistas sospechosas. La última actualización se realizó el pasado 14 de febrero por lo que es de suponer que seguirá creciendo el número de falsas publicaciones que buscan engañar a los investigadores. No es claro si se deben cumplir absolutamente todos criterios o con sólo algunos de ellos sea suficiente para considerar una revista como depredadora. Lo que sí es claro es que podrían haber errores en la inclusión de una revista en la lista. Es por ello que Beall ha dispuesto en su blog un procedimiento para aquellos editores que deseen apelar la inclusión de una revista en los listados (consulte procedimiento de apelación aquí>>).
Se podría estar en desacuerdo con estos listados y su procedimiento de apelación, pero lo cierto es que no son pocas las publicaciones que se han dedicado a denunciar las malas prácticas editoriales y la mala fe de varios editores que tienen como objetivo fomentar el plagio, la suplantación y la falsificación de datos de resultados de investigación1. En consecuencia, buena parte de investigadores ya está advertido sobre los peligros que representan estas revistas y editores.
Lo preocupante de todo esto es la afectación sobre la credibilidad de aquellas revistas de acceso abierto que, si bien cumplen con estándares de calidad -como por ejemplo los definidos por Publindex en Colombia-, podrían ser consideradas, como depredadoras dado que muchas veces en sus sitios web aún no aparece información completa y clara de los procesos editoriales que efectivamente realizan o porque no utilizan cuentas de correo electrónico institucionales debido a sus limitaciones relacionadas con la capacidad para enviar y recibir archivos grandes.
En conclusión, todo esto genera una progresiva desconfianza -y paranoia- de los investigadores hacia las revistas Open Access y la subsiguiente imposibilidad de muchas revistas serias de aumentar el número de autores y lectores. Frente a este panorama solo resta que las revistas sigan trabajando para construir credibilidad en la red a través de acciones concretas como mantener su sitio web con toda la información necesaria, implementar el DOI para sus artículos, declarar sus políticas de acceso abierto, retractaciones y correcciones, no incluir publicidad en sus sitios web, aumentar el número de miembros del Comité editorial y mostrar la afiliación institucional de cada uno, mantener el contacto con cada uno de los miembros del comité editorial y pedirles que indiquen en sus sitios web personales o CV que hacen parte de la revista2, publicar el listado detallado de revisores que participan cada año en las ediciones, evitar el uso excesivo de los mensajes por correo electrónico para promocionar la revista o informar sobre sus llamados a publicar y, por último, mostrar claramente información sobre los patrocinadores institucionales.
Notas.
1 Cfr. http://www.sciencemag.org/content/342/6154/60.full y http://www.npr.org/blogs/health/2013/10/03/228859954/some-online-journals-will-publish-fake-science-for-a-fee
2 Una de las malas prácticas de estas revistas es incluir expertos en su lista de miembros del comité editorial sin que estos se enteren. Cfr. http://deevybee.blogspot.co.uk/2015/02/journals-without-editors-what-is-going.html
Heiner Mercado Percia. Colaborador del blog Journals & Authors, Club de editores. Profesor de la Universidad EAFIT. Coordinador editorial de la revista Co-herencia de la Escuela de Humanides de la misma universidad. Twitter: @heinermercado