Uso de epígrafes en artículos científicos
- On enero 26, 2022
- calidad editorial, Edición de revistas
Hace unos días la BBC publicó un artículo en el que se exponían algunas frases célebres que, con frecuencia, son atribuidas falsamente a personajes como Gandhi, Voltaire, María Antonieta, entre otros (BBC News Mundo, 2022). Usualmente, las frases célebres son incluidas en discusiones como apoyo en las argumentaciones o en forma de memes en redes sociales, así como también suelen encontrarse citadas en algunos textos escritos por estudiantes neófitos que las copian de sitios en Internet como proverbia.net, psicoactiva.com y frases.top, por mencionar algunos ejemplos.
También es frecuente encontrar que muchas frases célebres −y no tan célebres− son usadas como epígrafes en artículos científicos que específicamente pertenecen a las ciencias sociales o a las humanidades. Según Genette (2001), al igual que las notas al pie o el título, los epígrafes son un tipo de paratexto verbal elegido por el autor. El uso de epígrafes para acompañar los textos viene de una larga tradición que inicia el siglo XVIII [1]. Son una especie de cita que puede ser del mismo epigrafista del texto (autógrafo) o de otro autor (alógrafo). El epígrafe se ubica por fuera o al borde de la obra, por ello aparece casi siempre en la primera página; en el caso de los artículos, suele incluirse antes de la sección introductoria.
Genette señala que la atribución de esas citas que son epigrafiadas puede ser: verídica, cuando se atribuye de manera correcta al autor; inexacta, cuando se cita la frase de manera tergiversada o adaptada, no literal; y falsa, cuando el epigrafista atribuye falsamente una frase o una autoría.
Los epígrafes, se incluyen en el texto entre comillas, en itálicas, con una tipografía diferente o con tamaño distinto al resto del texto, nombrando al autor sin precisar la referencia o, por el contrario, se da la referencia, pero se omite la identidad del autor cuando este es autógrafo o es obvio frente a la erudición de los lectores.
Genette destaca cuatro funciones del epígrafe:
- Comentario o esclarecimiento y por ello de justificación del título. El epígrafe puede fortalecer o justifica el título, así como también puede el título modificar darle sentido al epígrafe.
- Ser un comentario del texto, precisa o resalta indirectamente el sentido del texto. A veces puede ser muy claro, pero también enigmático. Esa oscuridad solo se supera con la lectura del texto completo, de ahí que también tenga como objetivo animar y persuadir al lector.
- Producir un efecto de garantía de la calidad del texto al citar a una autoridad reconocida o reconocer el prestigio de un autor epigrafiado a través de una dedicatoria in memoriam.
- Ser un simple gesto. El epígrafe es una especie de objeto de consumo usado en determinadas épocas, géneros o tendencias. Es así como en determinados momentos de la historia se da un gran uso de estos paratextos y en otras épocas es casi inexistente.
Recomendaciones para incluir epígrafes en artículos científicos
A partir de lo expuesto por Genette (2001), se podría proponer que el uso de paratextos como los epígrafes deben cumplir las siguientes condiciones:
- Deben ajustarse a la verdad: los autores deben verificar la autenticidad de la cita y exponerla de manera literal.
- Fácilmente ubicables: debe indicarse la fuente de la manera más clara posible acogiendo las recomendaciones de estilo como APA o las normas de cada revista.
- Cumplir con una de las funciones que expone Genette. Aunque la tercera función definida por Genette es una especie de padrinazgo sin permiso que puede reflejar algo de vanidad de parte del autor del texto, puede tener sentido en ciertos casos la necesidad de reconocer los aportes académicos de los autores epigrafiados y, al mismo, tiempo, insertar el texto en el marco de discusiones más amplias de cierta tradición. En cuanto a la cuarta función, los autores deben ser responsables del uso de este paratexto y preguntarse si en realidad es necesario incluirlo o si la cita elegida como epígrafe es realmente pertinente y relevante.
- Deben ser ubicadas de tal forma que se distingan fácilmente del texto. Aquí es importante que los editores establezcan unos espacios específicos para situar los epígrafes teniendo en cuenta que algunos pueden ser un poco extensos o, cuando se exponen en un idioma diferente, debe decidirse si su traducción se ubica inmediatamente termina la cita o en una nota al pie.
Lo que dice la norma APA
Como en anteriores ediciones, APA Seventh Edition excluye la fuente de un epígrafe del listado de referencias si éste abre el documento con una cita inspiradora de una persona famosa. La fuente no debe aparecer en la lista de referencias porque el epígrafe tiene como objetivo preparar cierto escenario para el texto, no a corroborar un punto clave (8.35).
Cuando sea este el caso, en la línea que sigue a la cita, se puede incluir la línea de créditos que consiste en un guion (—), luego, el nombre completo del autor, una coma y, finalmente, el título de la obra en la que ha aparecido la cita, justificándose todo a la derecha. Por ejemplo:
Research is formalized curiosity. It is poking and prying with a purpose.
—Zora Neale Hurston, Dust Tracks on a Road
Pero, cuando la fuente del epígrafe es un libro o una revista académica y si aparece en otra parte del texto o es importante en el contexto del tema se debe incluir en el listado de referencias cumpliendo con las normas establecidas.
En lo concerniente a otras normas de citación, no se hace mención explícita de alguna especificación para los epígrafes en artículos científicos. En este caso, es preferible que la fuente sea ubicada en el listado de referencias; sin embargo, ante cualquier duda, es aconsejable consultar y seguir las recomendaciones del editor o de quien esté asesorando la construcción del texto, según sea el caso.
Los epígrafes y la marcación XML-JATS
Para efectos de marcación XML-JATS, y en caso que el epígrafe se encuentre al inicio del texto (antes de la palabra Introducción u otro título si fuese el caso), la etiqueta [xmlbody] debe iniciar desde ahí; esto garantiza que al momento de generar el archivo XML se pueda visualizar el texto.
En ocasiones, quizás por decisión del autor, el epígrafe es escrito en líneas separadas, con interrupciones precisas de las mismas; en ese caso cada línea debe contener la etiqueta [p] que abre y la etiqueta [/p] que cierra. Si el epígrafe tiene formato a texto corrido solo debe incluir la etiqueta [p] que abre al inicio del mismo y la etiqueta [/p] que cierra después del punto final.
Notas al pie
[1] Gerard Genette se ocupó en su obra Umbrales (2001) de los diferentes tipos de paratextos como el epígrafe en relación con el libro y la obra literaria. Ello nos da luces sobre su naturaleza, funciones, significados y cambios a través del tiempo, culturas, géneros, autores. Los paratextos son todos esos elementos verbales o no verbales que rodean y prolongan el texto y que ayudan a darle presencia. También pueden ser clasificados como autoriales cuando son responsabilidad directa de los autores (títulos, dedicatorias, notas al pie, epígrafes, epílogos, etc.), o asociados cuando son incluidos por los editores que, en el caso de las revistas científicas serían fechas del proceso editorial, codificación, DOI, ORCID, elementos icónicos, diseño gráfico y tipográfico, etc.
Referencias
Genette, G. ([1987] 2001). Umbrales. Siglo Veintiuno Editores.
American Psychological Association. (2020). Publication Manual of the American Psychological Association. Seventh Edition.
Redacción BBC News Mundo. (23 de enero de 2022). 4 citas famosas que se atribuyen a personajes históricos pero que nunca dijeron. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-60039888
Juliana Jurado
Asistente | Journals & Authors
Rubén Caro Sánchez
XML JATS | Journals & Authors