Malas prácticas de los revisores de artículos científicos
- On febrero 11, 2018
- calidad editorial, Edición de revistas, editor científico, Ética de la publicación, peer review, revisión por pares
A pesar de las críticas, la revisión por pares, en cualquiera de sus modalidades, es una de las etapas más importantes del proceso editorial de las revistas científicas. Existe cierto consenso de que gracias a la revisión por pares se puede garantizar la calidad, originalidad y consistencia de la literatura científica, pero las críticas al modelo, si bien son fundamentadas y proponen formas de revisión alternativas como las revisiones abiertas, éstas no han sido acogidas en nuestro contexto local como se esperaría.
En este artículo no me ocuparé de exponer los nuevos procedimientos que se proponen para reemplazar el tradicional proceso de revisión por pares (doble ciego y ciego simple), sino de presentar cinco malas prácticas que considero se presentan regularmente en los procesos de revisión por pares de revistas de distintas áreas:
- Incumplimiento de los plazos de la revisión
En las políticas editoriales de distintas revistas se señalan procedimientos, número de revisores por artículo (normalmente dos, o tres para desempate) y plazos de entrega de los conceptos (cuatro, ocho o más semanas). No hay duda de que para los autores contar con información sobre los tiempos de evaluación es valiosa para decidir si envían o no su manuscrito a esa revista. Por su parte, los editores se encargan de advertir a sus revisores el cumplimiento de los plazos, pero hay que aceptar que en muchas ocasiones esto se les escapa de las manos y terminan incumpliendo los tiempos señalados en su política editorial. Es por ello que los editores recurren muchas veces al envío, en repetidas ocasiones, de mensajes automáticos o manuales de recordatorio a los revisores para que envíen sus conceptos con prontitud. Las experiencias de incumplimiento también pueden ser registradas a través del mismo sistema de gestión editorial (OJS) que cuenta con una herramienta para puntuar el desempeño del revisor y descartarlo de futuras solicitudes de revisión, pero esto no mitiga los efectos en relación con los retrasos en la toma de decisiones y en la publicación de las ediciones. Los retrasos en la entrega de los conceptos por parte de evaluadores tienen muchas razones que van desde el cumplimiento de otros compromisos institucionales imprevistos, problemas personales o de salud hasta el olvido absoluto de sus responsabilidades. Todo esto pasa hasta en las mejores revistas lo que genera más desconfianza en la revisión tradicional por pares.
- Envío del formato de evaluación sin comentarios poco o nada rigurosos
No todas las revistas ponen a disposición de los revisores un formato de evaluación que dé cuenta de los criterios que se esperan sean evaluados. Sin embargo, sea por medio de un formato o por otro medio, se espera que los revisores -una vez declaren que el texto pertenece a su área de experiencia, que no tienen un posible conflicto de interés y que pueden cumplir los plazos y procedimientos determinados por el editor- envíen un concepto que contenga, al menos, un breve párrafo de resumen del manuscrito, impresiones sobre la novedad, originalidad e interés de lo tratado y sugerencias o críticas puntuales sobre calidad de la escritura y de las partes del manuscrito (título, resumen , introducción, método, resultados, conclusiones, referencias, etc.). Sin embargo, en muchas ocasiones los revisores solo envían un flaco informe con su aprobación o su rechazo sin especificar sus razones. Se espera que los formatos de evaluación sirvan para facilitar y agilizar la labor de los revisores, pero la forma como son usados termina contribuyendo al aumento de la incertidumbre del editor, obligándolo a buscar un nuevo experto para la revisión del manuscrito.
- Uso de expresiones denigrantes u ofensivas contra los editores u autores
No es muy usual, pero ocurre. Sólo con leer el resumen del artículo confiado para su evaluación, algunos revisores desatan una retahíla de sarcasmos e ironías contra los editores y los autores. Esto podría ser comprensible si los editores no utilizan filtros rigurosos para preseleccionar los artículos que serán sometidos a revisión por pares. Los editores deben tener en cuenta que los revisores son personas que tienen múltiples ocupaciones como para ocuparse en la redacción de informes que den cuenta de fallas o anomalías evidentes del contenido de los manuscritos. No obstante, el lenguaje cordial merece mantenerse a pesar de las fallas en los procesos de selección. Por otro lado, también es cierto que las ofensas pueden presentarse en la revisión del manuscrito en las que se hace evidente el desacuerdo de los revisores con los postulados de los autores o con la forma en que estos abordaron el problema tratado. Desacreditar al autor puede ser legítimo si se puede confirmar un caso de mala práctica científica, plagio o falsificación de los datos, pero esto demanda un esfuerzo mayor en la argumentación para justificar una denuncia de este tipo. No hacerlo podría más bien configurarse en posibles venganzas o retaliaciones, viejas querellas personales entre revisores y autores, discusiones que poco o nada tienen que ver con el manuscrito que se evalúa. Cuando esto ocurre el editor debe eliminar partes del informe de evaluación o incluso descartarlo completamente, viéndose obligado a buscar un nuevo revisor.
- Condicionar la aprobación de un artículo a la inclusión de nuevas citas de artículos propios
En muchas ocasiones, los revisores sugieren en sus conceptos bibliografía para incluir en una nueva versión del manuscrito. Hasta ahí no hay nada mal. Si la nueva bibliografía mejora el manuscrito, por ejemplo, en términos de actualización o ampliación del estado del arte, resulta un gran aporte del revisor a los autores. Pero si se “sugiere”, sin ninguna razón, uno, dos, tres o más artículos cuya autoría es del mismo revisor, ahí puede dudarse de sus buenas intenciones. La presión por publicar artículos y aumentar el nivel de las citas lleva muchas veces a los revisores a que aprovechen la oportunidad para hacer crecer su H5 con las evaluaciones que les encargan. Algunos van más allá y llegan a condicionar la aprobación si se incluye de manera obligatoria sus artículos. No obstante, esto puede ser discutible. Pueden darse ciertos casos en donde es posible justificar la obligatoriedad de tener en cuenta un estudio sobre un tema específico. De todas formas, en relación con la sugerencia de artículos propios, los revisores y los editores deben tener en cuenta que existe una delgada línea entre el decorum y la impropiedad.
- Mal uso de los archivos de los textos confiados para su evaluación
Una vez los revisores terminan su encargo, deberían eliminar después de cierto tiempo prudencial, los archivos pertenecientes al manuscrito que avaluaron. Los editores deben también advertir sobre la confidencialidad de los archivos y definir en cuánto tiempo deben eliminarse de los equipos de los revisores. Ningún revisor está exento a la pérdida de información de los computadores o al mal uso que le den terceras personas a los archivos allí consignados. No son usuales los casos de malos usos de los archivos o, tal vez, no sean fáciles de detectar cuándo ocurren, pero lo que sí se debe tener en cuenta es que cuando esto ocurre los daños los padecen, principalmente, los autores que ven vulnerados sus derechos morales y económicos si la información es utilizada sin autorización en otros estudios.
La exposición de estas malas prácticas no tiene como objetivo “envenenar el pozo” frente a la participación de revisores en el proceso editorial, sino avistar estrategias para mejorar los procesos de revisión tradicional por pares, evaluar normas o pautas que ayuden a evitar o contrarrestar comportamientos antiéticos de los revisores. En conclusión, la revisión por pares no está exenta de problemas de tipo ético que deben ser manejados de la mejor manera posible por parte de los editores, por ello extiendo la siguiente pregunta a los lectores (editores): ¿Usted qué haría o qué ha hecho en estos o en otros casos parecidos? Participe con su comentario.
Heiner Mercado Percia. Colaborador del blog Journals & Authors. Coordinador editorial de la revista Co-herencia de la Escuela de Humanidades de la misma universidad. Twitter: @heinermercado