Sobre las cartas al editor
- On julio 30, 2022
- calidad editorial, Edición de revistas, editor científico, Editores, revistas académicas, revistas científicas
Las cartas al editor son manuscritos cortos, con una estructura sencilla y que, regularmente, se utilizan para opinar sobre la política editorial de las publicaciones (Fernández Vásquez, 2014), exponer un comentario o análisis crítico de un artículo publicado previamente (Huerta, 2017), llamar la atención sobre errores, mencionar una teoría alternativa, aportar información y pruebas adicionales, ampliar la tesis del artículo original o proporcionar un argumento que contraste con el presentado en éste (Anthony, 2019); en esa medida, pueden considerarse como un instrumento de verificación o de continuación del proceso de revisión (Castro-Rodríguez, 2021).
Aunque son más comunes en las revistas médicas, estudios como el de Turki, et al. (2018), muestran que cada año se publican más de 40.000 cartas sobre todos los aspectos de la ciencia; unas 928.368 se encuentran indexadas en Web of Science Core Collection (WoS), escritas en su mayoría en inglés; otras 2.894 cartas, publicadas entre 1996 y 2018, han sido citadas 100 veces o más; además existe una comunidad de investigadores interesada exclusivamente en desarrollar conocimientos y descubrimientos científicos a través de la comunicación académica mediante cartas al editor.
Existen diferentes tipos de cartas al editor. Se pueden mencionar las siguientes:
1) aquellas que comentan y evalúan los hallazgos publicados;
2) aquellas que muestran hallazgos propios, lo que hace pensar que este tipo de texto se utiliza también para publicar algo no cubierto por ninguno de los otros formatos de la revista, pero que puede ser relevante para los lectores (Huerta, 2017);
3) aquellas que, al comentar algo publicado, revelan hallazgos propios, y
4) aquellas que llaman la atención sobre temas actuales de interés y que de manera oportuna han sido cubiertos por los artículos publicados o, por el contrario, advierte a los editores sobre la necesidad de que sean tratados en ediciones posteriores.
Las cartas al editor demuestran la existencia de una comunidad de lectores interesados por la aplicación de las reglas y demás prácticas editoriales que tiene la revista, y también muestran la respuesta de dichos lectores ante la calidad de lo publicado. Johnson y Green (2006), editores del Journal of Chiropractic Medicine, sugieren que no es necesario ser un autor o un investigador experimentado para contribuir con una carta al editor. Exhortan a los lectores a que las envíen con correcciones o comentarios, siempre y cuando, hayan leído y reflexionado a fondo el contenido al que responden y que estén familiarizados con el resto de la literatura publicada sobre el tema. Esto permite garantizar la exactitud de la literatura publicada, mantener la responsabilidad —tanto de editores como de autores— en la publicación de trabajos de calidad e iniciar debates que ofrecen información adicional sobre el artículo original disponible en los servicios de indexación. En otras palabras, se produce una especie de revisión abierta posterior a la publicación de los artículos.
Al ser una comunicación para iniciar un diálogo abierto y razonable, no debe perderse de vista la necesidad de conservar su carácter argumentativo. El autor de una carta está obligado a exponer razones para apoyar su punto de vista y, al mismo tiempo, debe garantizar la posibilidad de respuestas o réplicas a los cuestionamientos sobre los artículos publicados. Esto supone la necesidad de que exista una revisión previa para constatar la pertinencia, claridad, correcta escritura, uso de lenguaje respetuoso, cercanía temporal con el artículo publicado, originalidad, calidad de las pruebas y, en ciertos casos, que se haga una revisión por pares o se consulte a expertos en un tema concreto (Anthony, 2019). Cabe anotar que no se debe, por ningún motivo, realizar actos de censura contra las opiniones controversiales emitidas en las cartas, así como tampoco se deben seleccionar únicamente aquellas que solo exponen palabras elogiosas o superfluas que solo sirven de “relleno” o para incluir el nombre de autores sin mérito científico que quieren solamente aumentar su producción (Castro-Rodríguez, 2021).
Por lo regular, las cartas al editor no son extensas dado el espacio limitado que tradicionalmente han tenido en las revistas impresas, pero esto también se debe a la necesidad de que sean concretas, con un número muy limitado de referencias, imágenes y tablas. Se sugiere que claramente expongan de entrada su objetivo; que no presenten resúmenes o dupliquen argumentos, sino que se indique una referencia precisa del artículo y, finalmente, se exponga, si es el caso, alguna petición. Así mismo, es necesario que se incluya claramente la autoría e información de filiación institucional, determinando posibles conflictos de interés o de derechos de autor, entre otros aspectos que considere el equipo editorial de una revista.
Para terminar, el hecho de que las cartas al editor planteen una continuación del proceso de evaluación de los artículos publicados, no solo muestra la existencia de una comunidad activa alrededor de la revista y comprometida con la calidad de la publicación sino que, tal como lo señalan Pedrós Pérez, et al. (2004), la presencia y la calidad de este espacio en las revistas científicas tiene unas importantes implicaciones epistemológicas y didácticas, pues cuando en esta sección se exponen miradas críticas de los estudios publicados, se contribuye al desmonte de la creencia de que la ciencia es una actividad en la que no se producen errores, es ajena a las controversias o no tienen lugar las reformulaciones conceptuales.
Este artículo es, pues, un llamado a que los editores, que aún no lo hacen, planteen la necesidad de incluir este espacio en sus revistas.
Referencias
Castro-Rodríguez, Y. (2021). La carta al editor en la publicación científica. Consideraciones para su elaboración. Odontoestomatología, 23(37), e205.https://doi.org/10.22592/ode2021n37a5
Fernández Vázquez, J. (2014) Cartas al editor. Anales médicos, 59(2), 84-85. https://www.medigraphic.com/pdfs/abc/bc-2014/bc142a.pdf
Huerta, J. (2017). Las cartas al Editor. Revista Española de Podología, 28(2), https://doi.org/10.1016/j.repod.2017.09.001
Johnson, J. y Green, B. (2006). How to write a letter to the editor: an author’s guide. Journal of Chiropractic Medicine, 5(4), 144-147. https://doi.org/10.1016/S0899-3467(07)60147-5
Pedrós Pérez, G., Martínez Jiménez, M., Varo Martínez, M. (2007). La sección de Cartas al editor: un planteamiento científico y social en la didáctica de las ciencias. Enseñanza de las ciencias: revista de investigación y experiencias didácticas, 25(2), 195-204, https://raco.cat/index.php/Ensenanza/article/view/87872
Renée A. (2019) From the Editor: What’s a letter to the editor? Journal of Occupational and Environmental Hygiene, 16:1, D1-D2, https://doi.org/10.1080/15459624.2018.1526008
Turki, H., Hadj Taieb, M., y Ben Aouicha, M. (2018) The value of letters to the editor. Scientometrics, 117, 1285–1287. https://doi.org/10.1007/s11192-018-2906-4
Heiner Mercado Percia. Coordinador editorial de la revista Co-herencia de la Universidad EAFIT y editor del blog de Journals & Authors. @heinermercado