En el día de ayer recibí la triste noticia de la muerte de Sergio Roncallo, editor de la revista Palabra Clave. Aunque no lo conocí en persona, estuve en contacto con él constantemente en estos últimos años para coordinar algunos procesos de revisión de artículos y conversar algunos temas relacionados con las políticas nacionales de evaluación de las revistas. Fue él quien publicó mi primer artículo sobre retórica en 2012. Participó con dos artículos en la revista que ahora edito, Co-herencia. El primer artículo tiene como título “La investigación en comunicación. Los límites y limitantes del conocimiento”, publicado en la edición número 18 de 2013; el segundo artículo, que se publicó el año pasado en la edición número 30, hizo parte de un dossier sobre literatura distópica y se titula “La Bogotá distópica: los cómics sobre una ciudad en caos”. Hace poco se publicó su reseña sobre el libro “La barbarie que no vimos: fotografía y memoria en Colombia” del profesor de la Universidad EAFIT, Jorge Iván Bonilla.

Pero lo que más tengo presente son sus opiniones relacionadas con la academia, reducida hoy a la escritura de artículos. No solo porque en muchas ocasiones tenía razón, sino porque aún cuando no la tuviera, su sátira, modo de expresión casi que predilecta en su timeline de Facebook, las hacía aceptables. En sus últimas publicaciones en Facebook preguntaba insistentemente por algún artículo suyo, olvidado por algún editor que dejó de responderle a los mensajes que preguntaban por el futuro de ese escrito. Hasta se atrevió a lanzar una especie de lista de mandamientos del editor. Colciencias también fue su dolor de cabeza y ni se diga de los mal llamados aplicativos para registrar la “producción” en investigación y ese otro dedicado a dar cuenta de la gestión editorial de las revistas, un sistema que tocaba diligenciarlo en la madrugada para que no se perdiera la información que se incluía o tomarle pantallazos para poder demostrarle posteriormente a Colciencias que sí se incluyó.

A Sergio hay que recordarlo como un editor esmerado por la calidad de Palabra Clave, por su preocupación por hacer que la revista aportara al conocimiento y que no solo sirviera para recoger datos bibliométricos. También hay que mantener su idea de promover que las revistas tengan un trato más amable con los autores. Aunque lo invité  varias veces a escribir sobre estos temas aquí en el blog y a venir a Medellín, sus ocupaciones, mas no su ánimo, se lo impidieron.

A sus familiares, amigos y equipo editorial de la revista, les expreso mis más sentidas condolencias. A Sergio, mi recuerdo y gratitud.

Heiner Mercado Percia. Editor del blog Journals & Authors. Profesor de la Universidad EAFIT. Coordinador editorial de la revista Co-herencia de la Escuela de Humanidades.