La Revista Visión Contable nos comparte su Editorial escrito por Jhon Henry Cortés Jiménez y publicado en la edición 16 de 2017.

Citar como: Cortés Jiménez, J. (2017). Editorial. Revista Visión Contable, 0(16), 5-7.

Mi trabajo como editor de revistas científicas comenzó en la Universidad de Manizales hacia el año 2006, allí fui el coordinador editorial de la Revista Lúmina, una revista con mucha tradición y acogida en el escenario colombiano, especialmente por la perspectiva teórica y crítica de sus artículos. Junto con el trabajo del profesor Carlos Emilio García y del profesor Germán Pineda, continuamos la perspectiva construida por nuestros maestros: Édgar Gracia y Héctor José Sarmiento.

Trabajé en la revista Lúmina hasta el año 2011, fecha hasta la cual estuve vinculado laboralmente con la Universidad de Manizales. Durante este tiempo aprendí mucho sobre el proceso de socialización y comunicación del conocimiento científico, conocí con más detalle la dinámica y políticas nacionales en materia de métricas y medición de los impactos científicos, y tuve la oportunidad de interactuar con académicos de diferentes latitudes.

Cuando me retiré de la Universidad de Manizales creía que no volvería a trabajar en temas editoriales, en parte esto me proporcionaba cierta tranquilidad, ya que esto liberaría buena parte de mi tiempo para dedicarme a otros intereses académicos, sin embargo, cuando llegué a la Universidad Autónoma Latinoamericana (UNAULA), el decano de aquel entonces, Jorge Alberto Sánchez, me confió la responsabilidad de ser el director editorial de la Revista Visión Contable, una revista que hasta ese momento era poco conocida en el escenario académico nacional, de manera que la tarea que me esperaba no era menor. La asignación de esta responsabilidad me tuvo un poco desanimado durante varias semanas, no obstante, con el paso de algunas semanas más acepté con responsabilidad mis asignaciones acadé- micas, así que comencé a trabajar en la Revista Visión Contable.

El principio fue bastante difícil, pues la asignación horaria de la Universidad para tal tarea no era suficiente, además, como la revista era prácticamente desconocida en el medio, el trabajo de convocatoria de los artículos fue más exigente. Con el paso de algunos años la revista comenzó a ser más visible en el escenario académico nacional e internacional; también, institucionalmente se avanzó en la comprensión del complejo trabajo editorial, así que las directivas autorizaron la asignación de más tiempo para los editores.

No tengo duda que el trabajo institucional que el decano Alejandro Mejía y yo adelantamos desde la Revista constituyó un importante impulso para que UNAULA en su conjunto construyera condiciones objetivas y materiales más favorables para sus editores. La visibilidad de las revistas en la plataforma Open Journal Systems (OJS), la contratación de un asesor especializado en el ámbito editorial, la organización de eventos y reuniones que abordaban el tema editorial, las permanentes reuniones con las directivas, entre otros aspectos, fue algo que sólo comenzó a presentarse de manera sistemática desde 2016; desde luego aún quedan muchos aspectos por mejorar, pero me siento orgulloso que haya sido la Facultad de Contaduría Pú- blica la que en buena parte haya liderado varios de estos procesos y logros

Siento que las directivas superiores de la Universidad aún no alcanzan a comprender la compleja trama de tareas de un editor; a veces me parece percibir que a sus ojos sólo se trata de reunir artículos (ponencias, documentos, tesis, etc.) y que ese es el principal trabajo. Cuando se es un editor juicioso y dedicado, se deben revisar muchos aspectos, desde las políticas nacionales de ciencia y tecnología, pasando por el estudio de las principales métricas de medición de la ciencia y el conocimiento, hasta llegar a los problemas concretos que concurren en cada uno de los artículos e, incluso, realizando revisiones exhaustivas de los más mínimos detalles estéticos de la diagramación. Si bien UNAULA ha avanzado significativamente en los últimos años en este sentido, me permito hacer un respetuoso llamado a las directivas para que cada revista científica de la universidad, y particularmente hablo por Visión Contable, tenga un equipo editorial consolidado por al menos tres personas (el director editorial a tiempo completo, y dos personas más a medio tiempo), además de la asesoría técnica especializada en temas editoriales, bases de datos, repositorios, revisión de estilo, entre otros; en nuestro caso esta consultoría externa ha sido realizada de manera excelente por Journals & Authors, a quienes también quiero reconocer en este editorial, por haber contribuido bastante en el posicionamiento de la revista, especialmente en lo referido a la visibilidad en la plataforma Open Journal Systems y otras bases de datos.

El trabajo de un editor de una revista que aún está en proceso de reconocimiento social y académico es aún mayor, ya que debe enfrentar aspectos relativos al cumplimiento de la periodicidad y de estándares de métrica científica, al mismo tiempo que intenta construir una identidad ontológica y epistémica para la revista. Sin esto último la revista sólo es, digámoslo así, una caja donde se ponen artículos, pero carente de sentido como proyecto editorial. Como editor, en esto no tuve éxito, así que espero y deseo que la nueva directora editorial de la revista, la profesora Lina Marcela Sánchez, lleve a la revista a nuevos estadios de reconocimiento e impacto social y académico.

Después de seis años en la Universidad Autónoma Latinoamericana, trabajando como profesor y como editor de la Revista Visión Contable, he decidido retirarme para continuar mi formación, así, durante un año estaré estudiando inglés y posteriormente realizaré mi doctorado. Espero poder realizar importantes contribuciones a la teoría contable y a la teoría económica.

Quiero finalizar este editorial agradeciendo a las maravillosas personas que la vida me ha permitido conocer o con quienes me permitió reencontrarme en UNAULA y con quienes he podido continuar forjando mi carácter, a partir de las conversaciones, discusiones y del compartir cotidiano de nuestras ideas. Ellos son: Sandra Muñoz, una gran amiga que tuve la oportunidad de conocer y con quien he podido trabajar desde que estudiamos nuestro pregrado en contaduría pública en la Universidad de Manizales; Hernán Carlos Bustamante y Elkin Quirós, viejos amigos de la organizaci- ón estudiantil FENECOP, que creó en nosotros una identidad académica; Albeiro Serna, gran amigo a quien conocí en la Universidad de Manizales y de quien he aprendido la filosofía práctica de la vida; Miryam Henao y Natalia Vargas, brillantes estudiantes, quienes por largo tiempo trabajaron en la asistencia editorial de la Revista; Régulo Sepúlveda, Gabriel Valencia, Jairo Cardona, Marisol Usme, Alejandro Mejía, Gustavo Ruiz, Paula Andrea Grajales y Jorge Alberto Sánchez, amigos y colegas, con cuya compañía hemos asumido el reto de formar profesionales íntegros y ciudadanos éticos.

Jhon Henry Cortés Jiménez. Contador público, Economista de la Universidad EAFIT.